La
educación preescolar está cobijada por los fines determinados en la Ley
115 donde, de conformidad con la Constitución Política Colombiana, la
educación en términos generales se desarrolla atendiendo a los siguientes
fines:
Pleno
desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los
derechos de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de
formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual,
social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos.
La
formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz,
a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia y
equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad.
La formación para facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan en la vida económica, política, administrativa
y cultural de la nación.
La
formación en el respeto a la autoridad legítima y a la ley, a la cultura
nacional, a la historia colombiana y a los símbolos patrios.
Los
fines constituyen el norte que orienta la acción educativa desde el seno
materno hasta el último momento de la vida; pero circunscritos a la
escuela se constituyen en el faro que debe iluminar la acción pedagógica
tanto de docentes como de estudiantes. Los fines también permiten que
haya unidad en los logros independientemente de las condiciones sociales,
políticas y geográficas que se pueden presentar en el país. Por eso para
los docentes es una necesidad apremiante no solo el conocimiento, sino la
aplicación de los fines a su tarea.
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